Estoy convencido de que todos esperamos seguir viviendo sanos y salvos cuando la vida vuelva a la normalidad -como sea la nueva normalidad- y que tanto nuestros negocios como los de todos los depositarios resurgirán.
Columnas
Y ahora, ¿cómo sigue esto?
Estamos en plena pandemia del COVID-19, extremadamente preocupados por nuestra supervivencia hoy y eventualmente mañana. No sabemos si habrá clientes que adquieran nuestros productos, proveedores que nos entreguen insumos, empleados sanos en condiciones de producir y fondos para todas estas operaciones. Son tiempos muy duros.