Una mujer fuerte, con mucho carácter y tenacidad para los negocios. Así es Maris Franca Llorens Antognoli, la mujer suiza que arribó por primera vez a Paraguay en 1985 y, encantada con las bondades de la tierra guaraní, en 1999 decidió establecerse definitivamente con sus negocios de ganadería. Se califica a sí misma como dura en el trabajo, pero considerada con sus colaboradores; quizá este fue uno de los factores que la llevó a erigirse como una de las empresarias más relevantes del país.