Diario Expansión Digital, España
INNOVACIÓN
La compañía Hyperloop Transportation Technologies (HTT), la
primera en desarrollar lo que muchos llaman “el quinto método de
transporte”, busca innovar a través de lo que en inglés se conoce como
crowdsourcing o colaboración abierta.
Hyperloop trabaja en un sistema de transporte a presión por
el que una cápsula con viajeros puede ser propulsada a velocidades casi
supersónicas de más de 1.200 kilómetros por hora. Esto supone que un viaje
desde San Francisco a Los Ángeles, que dura unas seis horas en coche, se vería
reducido a poco menos de media hora.
Su fundador y director ejecutivo, Dirk Ahlborn, asegura que
no sólo busca innovar y romper moldes en cuanto a tecnología se refiere.
También quiere que cambiemos casi por completo la forma en la que trabajamos y
cómo percibimos la jornada laboral.
“El sistema de trabajo que usamos ahora, ocho o nueve
horas en la oficina, está anticuado y, en general, no suele gustar los
trabajadores”, explica Ahlborn. “La gente no es cien por cien
productiva las ocho horas, por eso nosotros pensamos que es mejor centrarnos en
tareas realizadas y no en el número de horas que alguien pasa sentado frente al
ordenador”.
500 COLABORADORES
Ahlborn y su socio Bebop G. Gresta, un empresario italiano
con una amplia experiencia creando compañías, llevan más de dos años afinando
este modelo a base de prueba y error desde que se fundó la start up en 2013.
Algo deben de estar haciendo bien, por que desde entonces Hyperloop ha crecido
hasta tener más de 500 colaboradores repartidos en 42 países y está a tan sólo
unos meses de probar su primer prototipo.
“La magia está en que no tenemos empleados
realmente”, dice Gresta. “Tenemos un híbrido entre empleados y
voluntarios, que trabajan un mínimo de diez horas semanales a cambio de
acciones en la empresa. Están repartidos en grupos de aproximadamente 17
personas, coordinados por lo que nosotros llamamos un hypermanager”,
explica el empresario italiano.
Éstos encargados coordinan las tareas de los profesionales
según su profesión y su área de experiencia. “En algunos grupos son todos
arquitectos, en otros ingenieros, en otros son interioristas… Cada grupo
trabaja alrededor de una tarea durante unas tres semanas, tras lo cual cada
encargado me da el parte a mí y yo lo trato con Dirk”, apunta Gresta.
De esta forma los dos socios saben qué y cuánto ha hecho
cada equipo y cada individuo, mientras que estos trabajadores mantienen la
motivación a través de la expectativa de un futuro empleo y acciones de la
compañía. Aunque este modelo de trabajo, el crowdsourcing, lleva años
practicándose en las start up de Silicon Valley, Hyperloop lo está llevando a
una escala sin precedentes.
ACUERDOS
Otra de las bases de este modelo de negocios y de trabajo
consiste también en realizar acuerdos con otras empresas cuando es necesario.
“Nosotros no hemos hecho una inversión económica inicial, ésta es una
start up que empezó de la nada y uno de los mayores logros para nosotros ha
sido conseguir acuerdos estupendos con otras compañías para beneficiarnos
mutuamente”, afirma Ahlborn, “porque de otra forma hubiera sido imposible
avanzar”.
Entre estos acuerdos se encuentra la concesión de Quay
Valley, un terreno en el centro de California que será la futura sede de la
primera ciudad 100% sostenible del mundo, para probar el prototipo de
Hyperloop.
Además, todo el trabajo y las reuniones se realizan a través
de Internet. “Nuestra mejor herramienta yo diría que es el sistema de
conferencias online llamado Uber Conference”, dice Ahlborn, “a través
del que organizamos todas las reuniones y por el que nadie paga nada”.
Ahora, usa Slack para mantener informados a todos los
integrantes de la start up sobre cualquier avance, ideas y trabajo dentro de
cada equipo. Una de las herramientas que están considerando ahora, dice Gresta,
es una nueva aplicación de Facebook llamada Facebook at Work, para facilitar la
comunicación entre todos los empleados.
MODELO MIXTO
Sin embargo, muchos dudan sobre la posibilidad de mantener
este sistema una vez que comiencen las contrataciones. Ahlborn y Gresta creen
que un modelo mixto sería mucho más productivo que el tradicional. “Una
vez que lancemos la Oferta Pública Inicial y contratemos a los
empleados/voluntarios, tendremos que ampliar el mínimo de horas y cambiar
algunas estrategias laborales, pero lo que es seguro es que nunca vamos a ser una
empresa al uso”, opina Gresta, que afirma también que la empresa está
adaptándose continuamente para mejorar el sistema de crowdsourcing.
De hecho, el empresario italiano opina que estamos ante un
gran cambio que él define como “evolutivo”, ya que según él, gracias
a Internet y las nuevas tecnologías, la forma en la que trabajamos y
organizamos nuestra vida en torno a la jornada laboral será totalmente
distinta.
No son los únicos en una cruzada por encontrar la ecuación
laboral perfecta; Google lleva años estudiando cómo maximizar la producción,
aumentado a la vez la satisfacción de los empleados con la compañía. Y es que
el nuevo modelo de trabajo tiene como máxima que el trabajador debe ser un
apasionado de lo que hace. “Dentro de unos años las personas trabajarán en
aquello que se les dé muy, muy bien y que precisamente se les dará bien por que
les apasiona”, sentencia el fundador de HTT.