Actualmente, el país realiza dos periodos de vacunación al año, establecidos por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), en línea con el Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA).
La tierra, más que un recurso, es la base de la identidad y economía indígena. Aunque el 73.7% de las comunidades poseen tierras propias, muchas no alcanzan el mínimo vital por habitante. Esta carencia no solo frena el desarrollo económico sino que amenaza la supervivencia cultural de estos pueblos.
Los datos son preocupantes. En Paraguay, el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones alcanzó aproximadamente 92 millones de dólares entre enero y agosto de 2023, con proyecciones que indican que podría elevarse a 3.536 millones para 2029.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la proporción de la población paraguaya que utiliza internet ha aumentado significativamente, pasando del 61,1% en 2017 al 78,1% en 2023. Este crecimiento es aún más notable en las áreas urbanas, donde el 83,8% de la población ya accede a internet.
La cartera de créditos de las cooperativas también ha mostrado un desempeño positivo, alcanzando 18,6 billones de guaraníes (2.562 millones de dólares) en 2023, con un aumento del 5,6% en comparación con 2022. Este crecimiento en la colocación de créditos refleja el papel crucial que desempeñan las cooperativas en la inclusión financiera y el apoyo al desarrollo económico local.
Al integrar este enfoque en la formulación de políticas y estrategias de desarrollo, el país puede avanzar hacia un crecimiento económico más inclusivo, sostenible y culturalmente apropiado
No todo es sombrío. El Banco Central proyecta un crecimiento del PIB del 3,8% para 2025, con el sector primario liderando la carga con un robusto 4,2%. Nuestra industria, por su parte, se perfila con un prometedor 5% de crecimiento. Estos números no son solo cifras; son el músculo económico que necesitamos flexionar.
La expansión de las energías renovables no solo contribuirá a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también tendrá un impacto positivo en el ámbito social y económico.
La responsabilidad de defender y representar los intereses del Estado paraguayo y sus ciudadanos en el exterior es una de las tareas más importante. Esto incluye velar por el cumplimiento de acuerdos comerciales, proteger inversiones paraguayas y asistir a connacionales en temas legales o administrativos.
La implementación de tecnología y el cruce de datos ofrecen oportunidades para mejorar la eficiencia en la recaudación. La DNIT ha demostrado su capacidad para adaptarse, como lo evidencia la inscripción de 79.381 nuevos contribuyentes en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) durante 2024.
Para Paraguay, el país más afectado por esta medida, la hidrovía representa su principal salida al mar y es crucial para su comercio exterior. El 70% de sus exportaciones y el 50% de sus importaciones dependen de esta vía fluvial.
Según las proyecciones del Banco Central del Paraguay, la economía paraguaya cerrará el 2024 con un crecimiento estimado del 3,8%. Este dato posiciona a Paraguay entre las economías más dinámicas de la región, superando su potencial de crecimiento y marcando el segundo año consecutivo de expansión significativa.
La gastronomía y los servicios de alimentación ven un incremento en la demanda, mientras que el sector de transporte se activa con el mayor movimiento de personas. El entretenimiento y los eventos navideños crean oportunidades económicas adicionales.
La Cámara de Comerciantes Mayoristas y Minoristas del Paraguay (Comampar) es un claro ejemplo de este impacto. Con la creación de 8.000 empleos directos y 16.000 indirectos, no solo está proporcionando sustento a miles de familias, sino que está inyectando vitalidad a comunidades enteras. Estos no son meros números, son historias de progreso, de sueños realizados y de un Paraguay que avanza a pasos agigantados.
La economía circular no es una mera tendencia pasajera, sino una fuente de oportunidades concretas para el desarrollo socioeconómico. El sector del reciclaje, piedra angular de este nuevo paradigma, ya emplea a cerca de 130.000 paraguayos, inyectando anualmente unos 450 millones de dólares a la economía nacional.
A pesar de los desafíos, Paraguay no parte de cero. Nuestra infraestructura para IA alcanza 40,39 puntos, rozando el promedio regional de 43,12. Más aún, en el ámbito de la investigación, nuestro país brilla con luz propia, superando incluso el promedio regional en productividad e impacto de la investigación en IA.