Sus inicios en el mercado se remontan a 1964 cuando Don Daniel A. Ceuppens con un galpón de aves en la casa paterna en Fernando de la Mora y Doña Blanca Talavera, en su domicilio familiar en Asunción con una pequeña incubadora de huevos, unieron sus vidas y se instalaron en una finca comprada a crédito en Capiatá, sobre la ruta 2, continuando con la producción y dando así nacimiento a lo que sería en realidad el principio de la industria avícola en Paraguay.