El cambio, en su sentido más amplio, es una respuesta planificada -o improvisada- a presiones y fuerzas. Así las cosas, nada nuevo bajo el sol. Las fuerzas tecnológicas, económicas, sociales, regulatorias, políticas y competitivas han provocado cambios en las corporaciones durante décadas. El cambio sigue siendo un tema que da mucho que hablar por estos días. Sin embargo, hubo factores inesperados e impredecibles que trajeron aparejadas presiones y turbulencias -como, por ejemplo, la pandemia desatada por el coronavirus- que se hicieron sentir más que cualquier otra de la cual se tenga memoria. Cuando se registra este fenómeno a escala global, las fuerzas se multiplican. La competencia se intensifica, las relaciones con otras corporaciones se vuelven mucho más complejas, las elecciones estratégicas se acentúan y la adaptación para la supervivencia se vuelve fundamental.
Columnas
Ventajas competitivas y gestión de personas
Los cambios, las transformaciones organizacionales y otras acciones con denominaciones similares han sido ampliamente promocionadas casi como mantras por escuelas y revistas de negocios de todo el mundo.