Un periódico económico argentino reportaba en una de sus últimas ediciones que de ser una gran exportadora de productos de los “contact centers” (o “call centers”), Argentina pasó a convertirse en importadora debido, esencialmente, al alto costo país. La crónica detallaba que mientras en el vecino sureño el costo operativo de uno de esos centros es de US$ 17 la hora, en el Paraguay es de US$ 6, nueve en los casos de Colombia o Perú. “Pasamos de exportar el 38% de nuestros servicios… a menos del 1%, debido fundamentalmente a que nuestros vecinos han generado condiciones muy competitivas…”. Esto está obligando al Estado argentino y al sector privado a negociar un acuerdo de competitividad, uno de cuyos pilares fundamentales es la generación de empleo estimulada a través de la reducción de las contribuciones patronales y los costos salariales. He ahí el mayor escollo para la inversión en Argentina, esto es la dureza de las condiciones de contratación que hace retroceder cualquier intento de instalar empresas.