El presidente de Brasil, Michel Temer, mantuvo un perfil bajo en la cumbre del G-20 la semana pasada, tan bajo que fue su ministro de Hacienda y no él quien figuró en el folleto oficial de bienvenida como representante del país.
El presidente de Brasil, Michel Temer, mantuvo un perfil bajo en la cumbre del G-20 la semana pasada, tan bajo que fue su ministro de Hacienda y no él quien figuró en el folleto oficial de bienvenida como representante del país.