Hace un año, veinticinco parlamentarios, el Congreso en llamas y el asesinato de un joven quedaron en la historia del país como el 31M.
El 31 de marzo 25 senadores del oficialismo, del llanismo y luguismo marcaron la historia, cuando aprobaron un proyecto de ley que buscaba la enmienda de la Constitución Nacional. Insistían con la reelección.
Esto desencadenó una serie de hechos desafortunados, que culminaron en la madrugada del 1 de abril con un Congreso en llamas y el asesinato de un joven en la sede del PLRA a manos de la policía.
Los actores de todo este hecho siguen participando en nuestra política.
Fernando Lugo era fiel candidato del Frente Guasu para la presidencia. Blas Llano, uno de sus principales aliados, Efraín Alegre uno de los principales enemigos del llanismo. Hoy en día, todos juntos en una alianza con miras a las elecciones presidencial de este 22 de abril.
Las idas y vueltas que se dieron en la política paraguaya, desencadenan en abrazos republicanos y alianzas oportunistas que buscan alcanzar el poder y gobernar los próximos cinco años.
Hasta el día de hoy no hay un castigo real para los senadores que decidieron modificar el artículo 229 de la Constitución Nacional de una manera poco ética, escondidos en una oficina y a puertas cerradas.
Hoy los que estaban dentro del Congreso, como también los que estaban afuera, se encuentran fuertemente abrazados en miras de un nuevo objetivo político: las elecciones de abril.