Mayor o menor, rural o urbana, masculina o femenina, la pobreza es un factor a la vez omnipresente pero también subvalorado en los enfoques convencionales de la economía. Los académicos establecen que hay pobreza cuando las personas no alcanzan un determinado nivel de satisfacción en el consumo de bienes y servicios que les permitan vivir y desenvolverse dignamente en su contexto social. La palabra dignidad adquiere en este caso un sitio relevante en el análisis, porque generalmente no se amplía su significado.