Sin ir más lejos Por Cristian Nielsen
Está empezando a hacer carrera entre algunos legisladores la idea de importar de los sistemas judiciales de Argentina y Brasil el modelo de “delación premiada”, que los españoles trataron con pinzas al hablar de “fórmulas premiales”, “justicia negociada” y eufemismos por el estilo. En algunos países llegó a tener ciertos efectos benéficos en el combate a la corrupción pública, la “delincuencia de cuello blanco” o ladrones con licencia del Estado. En Estados Unidos tomó el formato de “programas de inmunidad” o “delación compensada”, instrumento que rindió sus frutos en las investigaciones abiertas a grandes corporaciones que repartían sobornos a altos funcionarios de estados extranjeros para colocar sus productos.