Por Miguel Benítez
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A la hora de subir los precios de los combustibles, el argumento de los proveedores es que el barril de petróleo está alto, cualquiera fuese el origen del crudo. Lo concreto es que el petróleo West Texas Intermediate (WTI), o comúnmente llamado petróleo de Texas, mantiene una baja desde hace tiempo y ya ni se acerca a los 100 dólares por barril.

En cambio, el barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantiene un precio superior a los 100 dólares. El viernes cerró a 103 dólares. Esto es un tanto irónico, ya que Petróleos Paraguayos (Petropar) suele comprar crudo de Venezuela, país fundador de la OPEP.

Y fue justamente Petropar la empresa que determinó bajar el precio de los combustibles en G. 200 el litro, hace dos meses. Sin embargo, las compañías como Copetrol, Barcos & Rodados, Puma y Petrobras determinaron el fin de semana volver a subir los precios de las naftas en G. 200 el litro, contrariamente a la postura que adoptó la petrolera estatal.

De hecho, como en aquella ocasión Petropar disminuyó el precio para sus distribuidoras, los emblemas privados aceptaron, a duras penas, también bajar los precios. Petropar controla el 20% del mercado de naftas y el 80% de diésel.

ARGUMENTOS

Según indicaron los representantes de los emblemas privados, la escasez de petróleo en la región hizo que se busquen otros proveedores. No obstante, el crudo de Texas, la última vez que estuvo en 90 dólares el barril fue el 13 de septiembre. Luego alcanzó su nivel más bajo en mucho tiempo, llegando a 75 dólares el pasado 4 de octubre.

Otro motivo que dan los importadores es que deben pasar 60 días para que realmente afecte el precio del mercado internacional. Por ejemplo, si se compra hoy a 82 dólares, recién el 11 de diciembre podría incidir en el mercado local.

Sin embargo, si se hace un retroceso, se puede comprobar que el petróleo de Texas costó 85 dólares cada barril el pasado 12 de agosto. Lo raro es que en vez de disminuir los precios de los combustibles, estos tuvieron aumento.

El 1 de mayo del corriente los emblemas privados ya habían subido G. 300 por litro sus diversos combustibles, golpeando la economía de los consumidores.

NO SE JUSTIFICA

Ausberto Ortellado, presidente de la Asociación Paraguaya de Estaciones de Servicio y Afines (Apesa), dijo que hasta el momento las diversas compañías no le acercaron un informe detallado donde se explique la suba.

Mencionó que intentó hablar con los dueños de Copetrol y Barcos & Rodados, pero no le atendieron la llamada telefónica. Ortellado lamenta que cuando se dan estas subas imprevistas, los consumidoras critiquen instantáneamente a Apesa, cuando son los importadores los que tomaron la decisión sin realizar el aviso previo.

PETROPAR MANTIENE

La petrolera estatal aún no se ha expedido sobre una posible suba y, según indicaron sus referentes, esta no se dará ya que cuenta con un stock suficiente para soportar un par de semanas.

Petropar suministra combustible a los emblemas más pequeños, como Integral, Corona, Copeg, Petrosur, entre otros. En estos centros de abastecimiento, los precios de las naftas se mantienen inalterados. Inclusive, la estatal tiene pensado abrir 17 estaciones de servicio próximamente para competir en la venta directa de combustibles.

75 dólares llegó a costar el barril de petróleo de Texas hace una semana.
G. 200 por litro subieron las naftas en emblemas como Petrobras, B&R y Copetrol.
G. 5.590 cuesta ahora por litro la nafta más económica en estas empresas.