Ante el desafío de lograr objetivos diarios existe una suma de factores que tener en cuenta para ordenar un día laboral. Mantener el ritmo de trabajo y sacarle todo el jugo posible al tiempo requiere, no solo de circunstancias propicias, sino de desarrollar la capacidad de distinguir la diferencia entre lo importante y lo trivial. “El primer paso para organizarse no tiene lugar en su escritorio, sala de archivos u ordenador, sino en su cabeza”, sostiene el Dr. Juan Carlos Zárate, máster en Administración de Empresas al abordar sobre el tema. Agregó que si una persona desea controlar su vida laboral y empezar a establecer una diferencia, debe asegurarse primero de que conoce y comprende sus funciones y objetivos primarios.