Por
Aldo Luberta Martínez
?El hombre recuerda el 1% de
lo que palpa, el 2% de lo que oye, el 5% de lo que ve, el 15% de lo que degusta
y el 35% de lo que huele?, señaló el Doctor en Psicología, de origen alemán,
Bernd Herbert Schmitt (1957), profesor del Departamento de Marketing de la
Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, sita en Manhattan, New York.
En la capacidad del ser
humano de que la percepción olfativa sea la más duradera en el recuerdo,
precisamente, basa sus principios el Marketing Sensorial, Marketing de los
Sentidos, Marketing Olfativo, o Aromarketing. ?El sentido del olfato es el más
antiguo en la persona, lo que permite y logra que todas las conexiones queden
grabadas en la corteza prefrontal del cerebro. No obstante, en las campañas de
Marketing Sensorial aunque prima el olfato, estas van dirigidas a los 5
sentidos? asegura el reconocido especialista en su obra ?Marketing
experimental? (1999).
SISTEMA
LÍMBICO, ESPECÍFICAMENTE
Estudios han definido al
sistema límbico, del cerebro humano, como un conjunto integrado, a su vez, por
varias estructuras, encargadas de gestionar respuestas fisiológicas a los
estímulos emocionales, e interacciona con los sistemas endocrino y nervioso
autónomo.
La explicación, de no pocos
especialistas, al fenómeno de que el ser humano recuerda el 35% de lo que
huelen es debido al procesamiento en el sistema límbico, además, de las
percepciones olfativas podemos, aún mejor, recordar y recrear episodios de la
vida pasada.
La corteza prefrontal,
aunque no se ubica dentro del sistema límbico, se conecta con este a través de
la dopamina, que cumple funciones de neurotransmisor en el sistema nervioso
central, que, al mismo tiempo, juega rol importante en la cognición, el
comportamiento, la actividad motora, y la motivación del ser humano.
POR
SU PARTE PHILIP KOTLER?
?La gestión de marcas
intenta estimular su relación con la marca. Puede afirmarse que optimiza el
comportamiento de compra por impulso, provoca nuestro interés y permite que
nuestra respuesta emocional predomine sobre nuestros pensamientos racionales?,
sentenció, por su parte, Philip Kotler, considerado como el ?Padre del
Marketing Moderno?, en la publicación, de su autoría, ?Convierta su marca en
una experiencia de 5 sentidos? (2011).
Kotler, en su decálogo del
nuevo marketing, plantea ?utilizar nuevas formas para alcanzar al cliente
conocido?, destacando la importancia donde recomienda no limitar las nuevas
propuestas de acercamiento al consumidor, con las tradicionales.
?Tenemos que identificar las
expectativas de nuestros clientes, decidir por cuáles valores vamos a competir,
y darnos cuenta, analizar la habilidad de la empresa para saber ofrecer esos
valores, a través de estímulos sensoriales, tan importantes y olvidados, al
mismo tiempo?.
NUEVO
ESTILO DE NEGOCIO
?Sin dudas, el olor provoca
fuertes emociones, por lo tanto el Marketing Sensorial acusa una fuerte
relación entre las marcas y los clientes. Existe lo que actualmente se denomina
identidad olfativa. Cada persona tiene su propia identidad olfativa. Yo, por
solo ponerle un ejemplo, recuerdo el olor del arroz con leche que mi abuela me
hacía cuando era niña. Era una experta en dulces caseros, pero,
específicamente, con el arroz con leche tengo un estrecho vínculo?, comenta,
vía email desde Miami, Florida, la psicóloga ecuatoriana Isabel del Carmen
Montes.
La especialista considera
que ?el aromarketing, al crear nuevos patrones, e impulsos, de comportamiento,
ha generado un nuevo estilo de negocio que trata de transmitir aromas
aprovechando la capacidad propia del olfato. A través de la percepción de los
diferentes aromas, el ser humano puede asustarse, relajarse, seducirse, algo
que saben los especialistas, los empresarios, y se ponen en función de
conseguir ese placer estético, por así decirlo, que incesantemente busca el consumidor
final?.
LAS
4 ESTACIONES
Quizás Antonio Lucio Vivaldi
(1678-1741), compositor italiano, haya sido uno de los primeros en resaltar la
importancia que revisten ?Las 4 estaciones? del año. En su obra, para violín y
orquesta, obviamente en 4 movimientos (Primavera ? Verano ? Otoño ? Invierno,
en ese orden), destaca, musicalmente, y de manera magistral, las
características de cada época que marca el lapso de 12 meses.