Antes de poner en marcha un emprendimiento, surgen varias dudas: ¿cómo hacerlo? ¿Será que va a funcionar?, ¿qué pasa si no es rentable?, entre otras cuestiones que, quizá, llevan a olvidar lo esencial: el plan estratégico y el plan financiero, dos elementos fundamentales para llevar adelante un proyecto de negocio, mejorar la eficiencia y con ello la rentabilidad.