La relación existente entre la fortaleza de las instituciones y la conducta intachable de sus representantes guarda coherencia con la majestad del cargo que sus autoridades ocupan. De ahí que existen gobiernos que tiene una tolerancia sumamente baja ante comportamientos poco probos que a veces motivan la salida de los funcionarios.
Carlos Fernández Valdovinos, titular del Banco Central del Paraguay, publicó recientemente en su cuenta de Twitter los resultados del BCP junto con una rara mezcla de emociones relacionadas a la victoria de su equipo de fútbol, Cerro Porteño.
Las reacciones, tanto en las redes sociales como a pie de calle, fueron diversas, pero abre una interrogante sobre la tan mencionada institucionalidad que debe reflejar fortaleza y seriedad. El mismo Fernández Valdovinos había mencionado el día de ayer ante la prensa que la institucionalidad es vital para lograr el grado de inversión.
El reconocido economista Ricardo Rodríguez Silvero señalo a 5días que la mencionada conducta “está ‘bagatelizando’ un informe tan importante como el del Banco Central, cayendo en populismo de expresiones futbolísticas y eso está fuera de lugar”.
La locomotora de Europa, Alemania, es un país modelo en cuanto al nivel de exigencia de conducta intachable de sus autoridades, ya que el pueblo teutón se toma muy en serio la imagen y credibilidad de sus instituciones, al punto que el ministro de Defensa de Ángela Merkel, Karl Guttenberg, había dimitido de su cargo tras ser acusado de incumplir las exigencias de su tesis doctoral. Así mismo, la ministra de Educación alemana, Annette Schavan, también renunció al cargo por el mismo motivo en 2013.