Anteriormente, el Banco Itaú había calculado una tasa de inflación del 4,2%. Sin embargo, debido a los resultados actuales, en los que los informes del BCP señalan una continua desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC), la entidad financiera consideró apropiado ajustar sus estimaciones a la baja.
El informe señala que “la inflación volvió a sorprender a la baja en agosto, impulsada por la caída de los precios de los combustibles y la volatilidad en los precios de los alimentos”.
Por otro lado,el Banco Central hace un tiempo atrás también había revisado sus propias proyecciones y esperaba que el año 2023 concluyera con una inflación del 4,1%.