Se enquista en demasiados individuos y hace metástasis: deteriora el mercado y daña a toda la sociedad. Empaña el presente y ahoga el futuro al ahuyentar a los inversores y desalentar la competitividad. En el vínculo corrupto no intervienen solamente el corruptor y el corrompido: siempre está esa ignorada tercera parte, los perjudicados…que pueden ser pocos o multitud, un pueblo entero a veces. La Ley pretende proteger a la comunidad mayoritaria que los empresarios tienen como objetivo de sus esfuerzos: son los consumidores y proveedores, los clientes y los integrantes de la cadena comercial. Ellos, más tarde o más temprano, resuelven quién merece su preferencia o su rechazo. Y, por supuesto, la necesidad moral, el imperativo ético, la buena reputación y el respeto de la normativa vigente suelen ser recompensadas. Cumplir meticulosamente la Ley, mantener la mayor eficiencia, atender a los clientes y combatir día a día la corrupción es obligación central de los empresarios, directivos y hasta de los accionistas. Se trata de mantener, además, el valor de la compañía.
Columnas
Cómo desactivar la corrupción en las compañías privadas
La corrupción se disfraza y se esconde. Se cuela en la gestión política y administrativa del Estado y también enferma a las empresas privadas. Sean grandes, pequeñas o medianas, locales o transnacionales.