Históricamente se consideró que la generación de ingresos publicitarios es uno de los factores fundamentales para la salud financiera de los medios de comunicación, y antes que cualquiera pueda preguntarse por qué lo escribo, simplemente establezco una de las razones por las cuales me permito tocar este tema. Para la publicidad los medios son claves, y para los medios, la publicidad también.
Por esta razón el encuentro celebrado con el lema “Como construir un nuevo modelo de comunicación sostenible” es de fundamental importancia y se debatieron cuestiones como la infodemia (epidemia de la información), las fake news o la infoxicación (muy buen término acuñado) en plena crisis económica derivada en la guerra en Ucrania y la irrupción de la inteligencia artificial y con el objetivo de contribuir a la paz, a la democracia, a la transparencia y a la economía circular.
La declaración final argumenta en forma precisa y contundente que la información es un derecho inalienable de todas las personas; un instrumento imprescindible para sostener y asegurar la democracia y, con ella, la libertad, la igualdad, la cultura, las ciencias, la convivencia pacífica y el desarrollo, más aún ante el hecho que ciertos países establecen un control (censura) que resulta en un bloqueo imprescindible en la denuncia de la violencia hacia los poderes causantes de persecución y represiones, de las dictaduras en general y de las mafias y el terrorismo en particular, así como las expresiones de ciertos actores de la economía que por el propio poder que ostentan, pueden acabar condicionando contenido periodísticos.