Al poco tiempo, toda la familia trabaja en el negocio, el cual se ha convertido en la única fuente de ingresos y también donde se concentra el principal patrimonio familiar. Pero, a pesar de esto, al dueño generalmente le cuesta admitir de que se trata de una empresa familiar, por lo que cuando se plantea la sucesión, no se siente aludido porque no se reconoce como empresario, cree que es “comerciante nomás”.
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Los desafíos para la sustentabilidad de la empresa familiar
El emprendedor, generalmente inicia su negocio para generar sus propios ingresos y con ello mantener a su familia. Si el negocio prospera, va contratando gente y comprando mercaderías, entonces necesita alguien de confianza, por lo que entonces su cónyuge empieza a trabajar en el área de administración para controlar la caja, lo que lleva comúnmente a que los niños pasen varias horas al día en el local; así desde adolescentes ya atienden a los clientes, realizan algún mandado o ayudan con los papeles.
