“Diputados y senadores del Congreso de la nación. Gobernadores, ministros de la Corte Suprema de Justicia, Embajadores y quienes nos acompañan hoy en este recinto. Hace casi 200 días que el Paraguay tiene un nuevo gobierno que asumió el desafío de conducir a la nación en lo que posiblemente es uno de los momentos más críticos de su historia. Luego de 70 años y más de insistir en un modelo dictatorial y empobrecedor de primitivismo productivo y capitalismo de secuaces, habiendo olvidado casi por completo las ideas que hicieron grande a ese país en épocas pasadas, los últimos 11 años han sido particularmente un desastre económico, una orgía de malgasto público, de nepobabies, de endeudamiento descontrolado, de corrupción y de narcoestado, que tuvo como resultado la peor herencia que ningún paraguayo en la historia haya visto jamás.