“La innovación no es invención”, Schumpeter (1942). Podemos inventar productos, procesos, mercados o incluso modelos de negocio, pero para que se conviertan en innovación, tenemos que integrarlos en el entorno social. Esto significa que debemos poner el descubrimiento en el mercado, ver qué sucede y evaluar si la invención es realmente relevante para las personas. Si es así, ¡tenemos una idea innovadora!
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Tecnologías para la Humanidad: ¿Cómo?
La experimentación, donde las ideas se prueban continuamente, es una pequeña parte esencial del proceso. Pero hay que entender, no todos los experimentos se convertirán en una innovación.