A la hora de determinar responsabilidades por la inexistencia de un sistema de transporte público de pasajeros en el área metropolitana (AM), deberíamos comenzar por la Municipalidad de Asunción que ha sido incapaz de articular un servicio apropiado a la creciente cantidad de pasajeros que diariamente se embuten en buses anticuados, sucios, ruidosos y que los dejan a 30 o 40 cuadras de sus domicilios. Comparte esa mochila el Gobierno central, que ha visto pasar el problema sin darle importancia y dejando a los pasajeros del AM a merced del tercer componente de este trío nefasto, los camioneros mal llamados empresarios que se están aprovechando con largueza e impunidad de esta combinación de incapacidad, inoperancia y desinterés de las autoridades locales y nacionales.