Veníamos de una etapa de cuasi abandono de las pocas cárceles existentes en el país. La dictadura estuvo mucho más preocupada por sacar de circulación a activistas políticos encerrándolos en comisarías y otros lugares no autorizados de reclusión que de ocuparse del delito a secas.
Editorial
El encierro carcelario ya no alcanza
Del “efecto resocializador de la pena carcelaria” al “Dios nos libre y nos guarde” nos separan al menos tres décadas. En los años 90, poco después del golpe del 2 y 3 de febrero de 1989, la élite emergente de aquel holocausto político que fue el estronismo comenzó a hablar de reforma del sistema penitenciario.