De nuevo la semántica en ayuda de la política marquetinera para calmar los ánimos y desviar la lupa del programa de alimentación escolar. Con ese fin se ha sancochado un esperpento denominado (sic) “ley que crea el Fondo Nacional de Alimentación Escolar para la Universalización Equitativa de la Alimentación Escolar (Hambre cero en nuestras escuelas y sistema educativo)”. Héla ahí, con su nombre despampanante lleno de pleonasmos y giros retóricos. Pero ¿qué realidad intentará enderezar este nuevo mamotreto legal? Veamos.
Editorial
Hambre cero, pan y circo para entretener
Hay que procesar a las manadas de depredadores que pudren licitaciones y contrataciones directas, pozo ciego de corrupción.