El año pasado, un laboratorio paraguayo de especialidades farmacéuticas ganó una licitación para proveer a Uruguay tres millones de dosis de vacuna anti aftosa. Los uruguayos son gente seria. Su hato ganadero de 12 millones de cabezas está 100% trazado, es decir, cada animal está on line en los monitores del Instituto Nacional de la Carne desde el nacimiento hasta la faena, condición que le franquea el acceso a los mercados más exigentes, incluida la Unión Europea, segundo destino de la carne uruguaya después de China. A esa cadena de valor de primera línea, la industria farmacéutica paraguaya le está vendiendo desde hace años suero anti aftosa en cantidades masivas.
Editorial
Hay capacidad para fabricar vacunas
Entramos a una nueva era en salud pública. Los científicos comienzan a hablar del COVID19 como “la pandemia de las variantes”.