La ley 6977 que acaba de poner en vigencia el Gobierno es un paso correcto en la dirección apropiada. Era el impulso que se necesitaba en el mercado energético para romper la inercia casi criminal en que nos ha estado sumiendo la idea de que con dos hidroeléctricas gigantescas, el futuro energético del país estaba asegurado por décadas.
Editorial
Legislación energética muy esperada
La ley 6977 que acaba de poner en vigencia el Gobierno es un paso correcto en la dirección apropiada. Era el impulso que se necesitaba en el mercado energético para romper la inercia casi criminal en que nos ha estado sumiendo la idea de que con dos hidroeléctricas gigantescas, el futuro energético del país estaba asegurado por décadas.