El tercer periodo de gobierno de Luiz Inácio “Lula” da Silva parece presentar la figura de un presidente brasileño dulcificado en su trato con el Paraguay respecto a intereses comunes de muy alto perfil, entre ellos, Itaipú. Es como si de pronto apareciera en escena un Lula bueno, amigo, formidable, de animus negotiandi (predisposición para negociar amigablemente) con alto respeto al diminuto socio comercial que merece un trato respetuoso.
Editorial
No dejarse encandilar por el “Lula bueno”
Cuidado con encandilarse con el Lula bueno. Es un espejismo. Los verdaderos modales se verán en la mesa de negociación de Itaipú.