Es ya intolerable el manoseo que sufre el Tesoro público y simplemente pornográfica la forma como se enganchan en el Estado toda clase de parásitos en busca de una vida fácil y holgada sin necesidad de esforzarse por tener un mínimo de preparación académica o experiencial. La frecuencia conque las llamadas organizaciones no gubernamentales (oenegés) aparecen en los enjuagues presupuestarios en intendencias y gobernaciones se acelera y profundiza. En el caso de la Gobernación de Canindeyú, tres consultoras compitieron para quedarse con un contrato… ¡para construir un empedrado! Finalmente se adjudicó la obra a una empresa de pomposo nombre en inglés, eso sí, con faltas de ortografía: Design&Proyect.
Editorial
Turbio maridaje entre oenegés y gobernaciones
Proliferan los casos en los que las oenegés son mecanismos de desvío de fondos públicos. El Gobierno no puede mirar para otro lado.