Mistery Box nació semanas antes del día de la amistad, cuando Rodrigo Rodas buscaba mediante las redes sociales una idea innovadora para comercializar, y se percató de que muchas personas no sabían que podían obsequiar a sus amigos.
Ante esta necesidad, tuvo la idea de ofrecer una caja misteriosa, donde el regalo sea una sorpresa y tanto el comprador ni la persona que recibirá en el caso que sea un regalo saben que objetos contendrá.
La inversión inicial realizada fue de G. 10 millones y fue destinada al inventario inicial, el sistema, la página web y las cajas.