
“Empezamos con los aromatizadores y esencias aromáticas porque en esa época la gente pasaba mucho tiempo en casa y nos parecía interesante la idea de armonizar con aromas”, explicó.
Las emprendedoras arrancaron con una inversión aproximada de G. 5 millones. Con dicha capital compraron las primeras esencias. Con el tiempo y lentamente empezaron a introducir las artesanías una vez el público captado.