De esa forma, logró habilitar un pequeño local que hoy pasó a convertirse en 28 establecimientos de primer nivel. “Aunque pasaron 31 años, yo aún me acuerdo de mi origen, de la primera silla, el primer lavatorio que tuve en un salón de nueve metros cuadrados, es por eso que creo que éxito es muy importante en la vida, pero muchas veces las personas solo observan eso y no el sacrificio que realizó esa persona”, comentó.

Desde el principio, Joseph logró descubrir el talento que tiene con las tijeras, pero con el tiempo pasó de trabajar a disfrutar cada momento, ya que según explicó, para él, seguir realizando diferentes looks en sus respectivos salones es totalmente placentero.

CRECIMIENTO
Comentó que arrancaron con tan solo dos personas y actualmente cuenta con más de 600 colaboradores que trabajan día tras días en diferentes secciones y servicios que ofrecen en la cadena. Además la mayoría fue formada por la misma academia de la firma, la cual cuenta con una exclusiva para las personas que buscan trabajar en la firma.

“Le damos oportunidades a los jóvenes para que se formen en una profesión muy digna como lo es el mundo de la belleza, preparando y capacitándolos continuamente”, indicó.

Según señaló el fundador, Joseph creció de esta manera gracias al marketing de boca en boca, logrando conquistar a los amigos de sus clientes debido al servicio de calidad que ofrecía y lo sigue haciendo. Es más, existen clientes que siguen asistiendo desde el primer día, demostrando la fidelidad plena por la marca.

Cabe resaltar que las capacitaciones fueron claves para alcanzar un nivel mucho más avanzado en el país, trayendo técnicas y aprendizajes de Europa, como Madrid, Alemania, Italia, París, entre otros.

CLAVE
Para Joseph, amar cada una de las acciones que se hacen es clave, por eso mencionó que las personas que buscan emprender deben de entender que la confianza por el producto o servicio que ofrecen no puede faltar.

Otro punto que lo destaca es el control de calidad de cada elemento que conforman los salones, ya sean los lavatorios, sillas o peines, el mismo se encarga de verificar cada uno de ellos, para asegurarse que sus clientes recibirán lo mejor y se sentirán cómodos en todos los establecimientos.

Al profesional le sigue emocionando como el primer día, cada corte que realiza, incluso afirmó que cualquier persona que solicite sus servicios es bien recibida.

“Lograr que cada cliente se sienta como en su casa es clave para mí, no importa si vienen descalzos y quieren cortarse conmigo yo les corto, no tengo problema. “Nosotros somos pasajeros en esta vida, es por eso que la humildad es un toque que no se debe perder, el agradecimiento también es una parte principal en este camino llamado vida”, comentó sonriendo.