En un encuentro virtual, el experto señaló que del total de los instrumentos activos de pago electrónico solo un 10% ha logrado incorporar el sistema denominado “contactless”, que es una tecnología inalámbrica que permite al usuario realizar el desembolso sin desprenderse de su tarjeta ni pasarla por una banda magnética.
“Necesitamos trabajar entre en la educación financiera; llegar tanto a los tarjetahabientes como a los comercios, y en ese sentido, las procesadoras de pago electrónico son actores claves. Con campañas que estimulen el uso de esta tecnología lo que estamos ayudando es a mejorar la seguridad en las operaciones”, destacó.
Sandoval añadió que este sistema permite que un usuario no tenga que entregar a otra persona su tarjeta, y se ha convertido además en un gran aliado de prevención en un año marcado por la crisis sanitaria global. Destacó que los principales procesadores como Bancard, Procard y Bepsa ya están haciendo esfuerzos para acelerar este proceso de migración hacia esta tecnología. No obstante, reconoció que lograr que el 100% de los plásticos sean “sin contacto” podría llevar hasta tres años.