Luego de transformarse de financiera a banco, la firma tenía el objetivo claro de posicionarse como una entidad bancaria diferente y cercana, rompiendo los paradigmas de la mano de tres acciones claves: ser rápidos, fáciles y accesibles para satisfacer las necesidades de consumo de un segmento masivo.
En la búsqueda de una solución para destacarse en el mercado hallaron una forma distinta de comunicar sus mensajes a través del uso de personajes de marca. “Realmente asumimos un riesgo, tomamos este desafío con una red de seguridad y mucho conocimiento de los objetivos y el público meta a quién comunicar”, recordó Luján Del Castillo, gerente de marketing y desarrollo de negocios de Banco Familiar.
Los resultados con la irrupción de Tortu y Tapiti fueron positivos, mediante este recurso animado se contribuyó a humanizar una categoría conocida por su seriedad como la de los bancos, que trabaja con productos abstractos que no pueden generar atracción a través de un packaging atractivo.