La economía circular pretende desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos finitos reduciendo los residuos y los desechos, en parte reinsertándolos en los procesos de producción. El comercio internacional puede desempeñar un papel clave en este proceso.
El comercio relacionado con la economía circular puede ayudar a diversificar la canasta de exportaciones de un país y, al mismo tiempo, crear economías de escala, lo que hace que dicho comercio sea una opción más viable.
Es por eso que la exportación de los considerados residuos de la industria, como ser harina, polvo y pellets, de carne, despojos sirven como alimentos de animales y son exportador a otros países generando más divisas al mercado nacional.